Las vías para que los seres humanos entren en contacto se han incrementado notoriamente en los últimos años. A los medios más tradicionales como la carta y el teléfono s ele sumaron el correo electrónico, el celular y su evolución: los mensajes de texto. Pero el aluvión tecnológico no se detuvo, ni se detiene. El Chat y los programas de mensajería instantánea se incorporaron a la vida cotidiana, y como las posibilidades en Internet parecen ser infinitas, también se puede contar como medio de comunicación entre personas a los blogs y sus comentarios, y a servicios como Twiter, Fotolog, Facebook, Myspace…y la lista podría seguir.
Sin embargo, lo que muchas veces ocurre es que esta sobreoferta de vías comunicativas acaba por incomunicarnos, por generar enormes malos entendidos y cortocircuitos irreversibles.
Es que en el esquema de la comunicación hay muchos elementos para tener en cuenta y analizar. Empecemos por lo básico: en todo acto comunicacional hay un emisor que tiene una idea, algo que quiere dar a conocer a uno o muchos emisores. Esa idea, en primer lugar, está condicionada por las aptitudes lingüísticas y paralingüísticas del emisor, y en segundo lugar, pero no menos importante, por las circunstancias espacio-temporales en que fue gestada y por las particularidades psicológicas que presentaba el sujeto en ese momento. Es decir, la idea está condicionada por toda la subjetividad del emisor.
Ahora bien, decíamos que el emisor quiere comunicar algo a alguien, ese alguien (receptor) sufre los mismos condicionamientos al recibir el mensaje, y eso de por sí genera interferencias y dificulta la buena comunicación.
Imagínense entonces, o tan sólo recuerden algún ejemplo personal, qué ocurre cuando dos personas intentan entablar una comunicación a través de un medio tan impersonal como el MSN, en el que se abren diálogos que pretenden reproducir el “face to face” pero no contemplan gestos, tonos, ni silencios. La interferencia es tan grande que cualquier posibilidad de comprensión mutua queda anulada y las relaciones se quiebran hasta casi desaparecer.
Claro está que siempre existe la opción de mandar una carta por correo o levantar el teléfono, o hasta tomarse un colectivo y provocar un encuentro real.
La elección es de los seres humanos pero, con la banda ancha, esconderse detrás del monitor siempre es una comodidad.
1 comentario:
Ja! Muy cierto!....y más cuando un final, como el que usaste para rematar el post, me recuerdan malas experiencias!.....
Creo que si bien existen barbaridades , facilitadas por el anonimato de un blog, web, foro, etc..., los nuevos medios de comunicación que no les rinden cuentas a ninguna corporación son muy saludable para la difusión de noticias que los grandes empresas no desean dar a conocer. En ese sentido, los (no tan nuevos)medios webs son muy importantes.
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