Patriotismo puro

Un domingo como cualquier otro: la casa poblada (madre, padre, hermano, cuñada, amiga x 2) y la mesa abierta para un gran almuerzo.
Casi todos en pijamas nos reunimos para comer manjares varios, hablamos de banalidades y nos reímos mucho. En eso, uno de los comensales reparó en la fecha: 17 de agosto. Acto seguido esbozó su pensamiento en voz alta “no cantamos la canción de San Martín”. Al instante madre, amigas y yo empezamos a corear “Yerga el ande en su cumbre más alta…”.
Así seguimos hasta que uno de los integrantes dijo que nos e acordaba cómo seguía la letra. Entonces otro dijo “ahora febo asoma”, y dejando de lado toda la solemnidad que nos enseñaron en la escuela, nos apropiamos del “espíritu barrabrava” y empezamos a agitar el bracito mientras gritábamos “Honor, honor al gran Cabral”.
En la secuencia patriótica no faltaron los golpes a la mesa y la seguidilla de otros himnos en versión “cancha”.
Próximamente grabamos el disco y lo difundimos en las escuelas.