La imaginación se activa cuando el cuerpo y la voz pueden transmitir sensaciones y darle vida a objetos invisibles. Estos elementos, sumados al humor, negro en este caso, y a una historia de intrigas, conforman una pieza ágil y digna de ser vista.
La acción se sitúa en el año 1981, en la ciudad de Buenos Aires. Cecilia es una cantante chilena que llega al país para presentar su último disco. Aquí la acompaña su novia, Juliana Pierangelli, una importante representante argentina.
Después del exitoso show, se dirigen al hotel y es allí donde comienza la historia. Juliana cae muerta después de probar nitrato de cocaína, la droga era un regalo que habían recibido en el teatro. Cecilia, aunque es consciente de su inocencia, en un rapto de desesperación escapa. Prófuga de la justicia se refugia en una iglesia, donde es acogida por la hermana Julia Ramírez, directora del convento y encargada de la congregación “Las Redentoras Humilladas”.
Conviviendo con este particular grupo de monjas, Cecilia descubre algunas costumbres non santas y se siente protegida y a salvo. A la vez, puede saciar su adicción a la cocaína y decide quedarse un tiempo en “la casa del señor” a pesar de que su situación legal ya ha sido aclarada.
Finalmente, su estadía deja de ser placentera y las hermanas redentoras revelan los artilugios que provocaron la llegada de Cecilia.
Entre Tinieblas está basada en la película homónima de Pedro Almodóvar. Es una adaptación libre y la puesta en escena se realiza a través de la técnica de Bondemimé (tira cómica) de Jaques Lecoq. Este es un lenguaje muy próximo al cine y consiste en representar además de la palabra, objetos, arquitecturas, elementos de mobiliario, e imágenes colectivas expresadas con el cuerpo. A la vez, el actor da vida a cualquier tipo de objeto, intención o rasgo de algún personaje en particular con el fin de que la imagen tome forma para el público y el personaje pueda entrar y salir de ella .
La obra es también un homenaje a la artista chilena Cecilia Pantoja Levi, que triunfaba en la década del ´60, y es una de las cantantes del país vecino que más éxito ha tenido en su trayectoria.
En definitiva, esta pieza es una conjunción de tres lenguajes (teatro, cine e historieta), y eso es lo que le da un sorprendente dinamismo al espectáculo, que resulta ser breve pero consistente. Es muy interesante el trabajo vocal y corporal ya que las actrices no sólo representan personajes, sino también objetos: se convierten en la escenografía.
Ficha de la Obra
Escenografía: Cristobal Varela
Vestuario: Maria Jaureguiberry
Maquillaje: Uldra
Video: Jose Avila
Grafica: Francisca Rojas,Estefania Segovia,Carlos Vintimilla
Dirección: Carolina Cruz Correa
Publicado en revista "El Bondi" - Noviembre 2006
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