El hecho es que llueve y el viento te pega en la cara y las lágrimas se te meten por los poros y te atragantas con ese grito que aliviaría tu angustia un poco.
El hecho es que te guardas los sentimientos en el bolsillo y tapas los agujeros con actividades inútiles y vacías.
Resulta que tenés que ser fuerte, hacerte cargo de las decisiones.
Resulta que aunque no quieras el corazón se te estruja cada vez que miras a tu alrrededor y ves lo sola que te quedaste.
Y al final, todo lo que reprimís explota en tu cuerpo; un día perdés el apetito, el otro te desmayas, y quizás lo que siga sea tu muerte...física o espiritual.
A lo mejor sólo hay que dejar que el tiempo pase.
A lo mejor un día desaparecen el dolor y la tristeza.
A lo mejor él ya no piensa en vos.
25.1.07
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