Prejuicio 1 - Luc 0

El sábado fui por primera vez a un boliche gay, con una mezcla de curiosidad, entusiasmo y prejuicio. Sabía que mis acompañantes no me iban a llevar a un lugar en el que me sintiera mal, pero a la hora de invitar a una amiga puse ese maldito pero por delante.
- Mirá que es un boliche gay - le dije vía sms, y al instante me sentí mal, porque en realidad no la estaba cuidando a ella, sino a mi. Mientras iba en el auto pensaba sí bajarme en mi casa o sí arriesgarme y probar. Lo que más me preocupaba era la posible incomodidad ante el abordaje de otra chica, me devanaba los sesos pensando en cómo decir que no (vaya egocentrismo al pensar que se me iban a tirar encima).
Al final fuí, y por supuesto, no pasó nada de lo que predije. La pasé super bien si detenerme a pensar en las preferencias de los que me rodeaban. Bailé, tomé en grandes cantidades y volví a mi hogar cuando el sol empezaba a brillar y calentar la ciudad.
Obviamente no se me acercó nadie en toda la noche, deben haber notado mi poca apertura mental.